La Corbata y La Lengua



Spurgeon lucía en cierta ocasión una larga y vistosa corbata de aquellas que estaban de moda en la época en que el príncipe de los predicadores llenaba los templos y salones de espectáculos más grandes de Londres. Después de la predicación, se le acercó una señora que era conocida de él: de esas que son muy devotas; pero cuya mayor preocupación es descubrir los defectos del prójimo.

Señor Spurgeon le dijo, he traído mis tijeras; pues deseo acortarle esa corbata que es muy mundana y demasiado larga para un predicador del evangelio.

Corte como quiera, señora fue la respuesta. Pero antes permítame usar sus tijeras para cortar algo que usted lleva, una cosa que es demasiado larga, y que produce grave daño a su testimonio cristiano.

La mujer sorprendida, no se opuso en absoluto. Y entonces Spurgeon, sonriendo, le dijo: Saque la lengua, señora.

La boca del justo producirá sabiduría; Mas la lengua perversa será cortada. Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades. (Proverbios 10:31-32)

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