SOLO LAS OVEJAS ENFERMAS LE SEGUÍAN


Por D.L. Moody
Un amigo mío que estaba viajando por el oriente supo que había en cierta localidad un pastor que todavía seguía la vieja costumbre de llamar a sus ovejas por nombre. Fue a verle y le dijo: - Déjeme que me vista con sus ropas y que lleve su cayado, y entonces
llamaré a las ovejas a ver si me siguen.

Luego de disfrazado con la ropa del pastor, comenzó a llamar por nombre a las ovejas, pero todas comenzaron a huir. Entonces le preguntó al pastor: - ¿No habrá ninguna que me siga? A lo que el hombre contestó: - Sí señor, algunas de ellas lo han de seguir; las
ovejas enfermas lo siguen a cualquiera.

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