En la quietud del alba,
quiero estar a solas con mi Amado;
La calma de Su presencia trae perfume de arriba;
Endulza todas las horas del naciente día ocupado;
Su fragancia calma mi inquietud, y ahuyenta mi temor.
La calma de Su presencia trae perfume de arriba;
Endulza todas las horas del naciente día ocupado;
Su fragancia calma mi inquietud, y ahuyenta mi temor.

Encuentro fuerza maravillosa para el deber,
mientras miro a su faz.
Y entiendo que hay poder,
mientras miro a su faz.
Y entiendo que hay poder,
conseguido en ese lugar secreto.
-J. Charles Stern
Comentarios
Publicar un comentario