JUAN BAUTISTA CANUT DE BON GIL


Fue un pastor evangélico del siglo XIX, predicó denodadamente el reino de Dios, ganando para sí el apelativo cargado de una connotación indigna y burlesca. Incluso, el diccionario de la Real Academia de la lengua española ha establecido al término “canuto” una acepción, señalando que es el “Nombre que el pueblo de Chile da a los Ministros y Pastores protestantes”
CANUTO: Como hecho que pasaría a la historia del Evangelio en Chile, se destaca lo que rebasó la copa de amargura del valiente Pastor y ex sacerdote jesuita, cuando pasa por las calles, la gente le insultaba con improperios de todo tipo. Nuevamente las actas de la Iglesia Metodista Episcopal de La Serena nos alumbraban a este respecto cuando dice que el Pastor Canut de Bon: “…se dedicaba a la obra con todo esmero. Por este motivo se le veía a todas horas en la calle. Validos de esto, los niños de La Serena, inventaron decirle donde lo encontraban:” Canuto…”. Este fue el principio y motivo para que se propagara este apodo a todos los que íbamos a los servicios religiosos. De los niños pasó a los más grandes, y estos ya no era por burla, sino que había degenerado en groseros insultos…”.
EL TESTIMONIO DEL PASTOR DE LOS CANUTOS: Las expresiones vivénciales del Pastor son mas que elocuentes a la hora del recuento. La obra de evangelización se desarrollaba en medio de un combate en el que ambas facciones no se daban ni pedían cuartel. Canut de Bon sigue adelante en la prédica, visitando enfermos y pobres, oficiando matrimonios y sacramentos bautismales, debatiendo en la prensa y ante las autoridades civiles y policiales…recibiendo insultos, pedradas y hasta golpes de parte de sus detractores. Lo vive, lo sufre, lo llora en su carne y en el temor de su familia. Es una loca odisea de fe, en la cual enseña el amor, aun en aquellos que le detractan y le menosprecian. Un extracto de misiva remitida al Reverendo La Fetra es el desnudo testimonio de su vivencia en la nortina ciudad de La Serena: …”Cuando salgo por la calle todos los días, no se oye más que gritos al lobo canuto, al apostata, el diablo, al loco, Toda la gente a las puertas. Yo, saludando. Alguna pedrada de estos trae muchas cuestiones y no son gente baja sino jóvenes, niños y mujeres decentes. Los pobres me defienden…Los conventos todos los días predican contra mi. Yo creo que alguno de mis hijos va a ser el primer mártir de Jesucristo. Ellos tienen ahora mas fe, aman a Jesús. Mi Virginia (esposa) esta conforme, pero tiene miedo que maten a los niños. Yo deseo que usted haga una visita a Balmaceda y ponga en su conocimiento lo que sucede…”
REFLEXION: Es tiempo que aparezcan evangelistas, misioneros, predicadores, cristianos de valor, atrevidos y visionarios, que con el ejemplo de Canut de Bon y otros, supieron enterrar el arado con esfuerzo, sacrificio y lágrimas para que fuéramos alcanzados por el Evangelio de Jesucristo y nos resta llevar estas noticias de amor a otros que aun se aferran a creencias erradas y no llegan al conocimiento del Único Dios de Amor.

Comentarios

  1. Nos emociona ver un reseña con la fotografía de nuestro abuelo y bisabuelo con su gorro de explorador (cucalón) y su venerable barba.
    Sus descendientes canutos (asi llamados por sus amigos con mucho cariño).
    A mucha honra.
    Claudio Canut de Bon e hijo.

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