Renunciar a todo por Charles G. Finney



Dejarlo todo por Cristo no quiere decir abandonar nuestras posesiones y amigos para irnos de peregrinos, ni que debemos partir con todas nuestras posesiones para poder ser discípulos de Cristo. Renunciar a todo lo que poseemos, tampoco es un trueque o un intercambio -dar todas las cosas terrenales a cambio de la vida eterna-.
Desafortunadamente, mucha gente cree que renunciar a todo por Cristo es entregar todas las cosas terrenales a cambio de obtener cosas celestiales. Esto no es de ninguna manera lo que significa Lucas 14:33.
¿Qué es lo que realmente significa abandonar todo por Cristo?
Renunciar a todo lo que poseemos por Cristo, implica un cambio radical de corazón, esto es, dejar el egoísmo por la benevolencia. En otras palabras “abandonar todo” quiere decir abandonar sin excusa alguna todos los intereses egoístas como el objetivo principal de tu vida.
Dejar todo por Jesús es una rendición absoluta de una vez y para siempre de los intereses egoístas y la gratificación personal como la meta de nuestra vida.
Renunciar a todo por seguir a Cristo significa entrar en la visión, en las intenciones y en los diseños de Jesús para promover la gloria de Dios y los intereses de Su reino.
Abandonar todo por Cristo te pide inevitablemente dejar el principio de ser dueño de ti mismo. Los pecadores actúan siempre bajo el principio de que son dueños de sí mismos. Insisten en su derecho a disponer de su persona como les plazca sin tener que dar cuentas a Dios o al hombre. Cristo aborrece esta manera de actuar. Él les niega el derecho a disponer de sí mismos y los reclama para Él porque en primer lugar fueron creados por Él y luego fueron redimidos por Su sangre. Cristo, por lo tanto, insiste en que los pecadores dejen de contender, en teoría o en práctica, acerca de que se pertenecen a sí mismos y tienen el derecho de disponer de ellos como les plazca.

Comentarios

  1. Hermosa sintesis. En realidad me ayudo muchisimo el dia de hoy haberla leido. Como cristianos sabemos que El nos pone en sendas que ni siquiera imaginabamos que existiesen -como era el caso de su comentario biblico- y nos ministra a traves de otras personas. Muchas bendiciones en su vida señor Finney. Dios lo ilumine abundanmente y siga dando testimonio de su gloria y su amor., pero tambien de su ira y su castigo...gracias!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario