EL VALLE


Si quieres escalar la ladera de la montaña,
te vendrá la sed en medio de los riscos desolados,
pero si quieres descender a los valles,
donde corretean los venados alazanes,
y los arroyos discurren por las praderas,
beberás hasta la saciedad.
¿Acaso no brava el ciervo por las corrientes de las aguas?
Tú debes desearlas con ansia,
fluyen en el valle de la humillación.

¡Que el Señor nos lleve allí!
Charles Spurgeon 1889

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