El contentamiento del cristiano



Por Jeremiah Burroughs

Lo que realmente hace feliz al creyente es hacer la voluntad de Dios. Los creyentes no son forzados a obedecer a Dios; lo hacen voluntariamente y encuentran que esto es lo que les hace felices. Cuando se ponen a pensar, se dan cuenta que no hay nada que les haga tan felices como la sumisión a la voluntad de Dios. Están contentos con dejar que Dios planee su futuro, aún y cuando los propósitos de Dios sean muy distintos a lo que ellos pensaban. De hecho, prefieren la voluntad de Dios antes que sus propios planes, porque saben que Dios entiende mejor que ellos, lo que les es benéfico. Dios les conoce mejor de lo que se conocen a sí mismos. Los no creyentes que creen que su destino está en sus propias manos solamente pueden tener miedo con respecto al futuro, porque un solo error o equivocación les podría conducir al desastre. Los creyentes no tienen nada que temer porque pueden encomendar su futuro a Dios y contentarse con la guía divina. Salomón escribió: “Fíate en Jehová de todo tu corazón, no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará tus veredas”. (Prov. 3:5-6) El saber que Dios tiene el control hace a los creyentes felices, no solo cuando están experimentando problemas, sino aún después, cuando ven hacia atrás y se dan cuenta como Dios los ayudó.
Aun más, la felicidad cristiana perdura, no importando la clase de problemas que nos sobrevengan.
Los creyentes no tienen el derecho de decidir cual tipo de sufrimiento experimentarán. Por ejemplo, no pueden decir que no están de acuerdo en perder sus posesiones, ni oponerse a perder su salud. Están felices cualesquiera que sean los sufrimientos que padezcan. Quizá una clase de sufrimiento venga tras de otro, hasta que la totalidad de sus vidas parezca estar llena de dificultades; no obstante, en lo más profundo son todavía felices. Quizá parezca que el fin de sus problemas no aparece; sin embargo, en lo más profundo de su ser son felices. Dios, quien ha planeado la totalidad de sus vidas es glorificado por ello.

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