NUESTRO CLAMOR DEL CORAZÓN POR UN AVIVAMIENTO



Un Ayuno Nacional en Gran Bretaña por Libertad.
John Wesley cuenta en su diario escrito en 1756 que el rey de Inglaterra proclamó un día solemne de ayuno y oración cuando los franceses amenazaban con invadirles. Wesley escribió:
El día del ayuno fue un día tan grandioso, como rara vez lo ha visto Londres desde la Restauración. Cada iglesia en la ciudad estuvo más que llena, y una solemne seriedad se apoderó de todas las caras. Ciertamente Dios escucha las oraciones, y habrá una prolongación de nuestra tranquilidad. Luego en una nota al pie añadió: “La humildad se convirtió en un regocijo nacional, cuando la amenazante invasión por los franceses, fue abortada.”
¿No habrá ordenado Dios que su máxima bendición venga a su iglesia hasta cuando nos mantengamos en oración con intensidad y ayuno? Esta clase de oración intensificada es el ayuno. Es un símbolo de exclamación al final de una frase “Tenemos hambre que tú Oh Dios, vengas en poder.” Es un clamor con nuestro cuerpo, no solo con nuestra alma: “¡Realmente lo afirmo Señor! Tengo tanta hambre de ti. Deseo tu manifestación mas que la comida.”

Dios se ha placido en establecer la oración para preceder y ser instrumento de misericordia; y Él se agrada en hacer misericordia en respuesta a las oraciones, como si fuera regido por estas. Cuando el pueblo de Dios es llevado a orar, es por motivo de sus intenciones de mostrar misericordia, así que derrama su Espíritu de gracia y súplicas.
Jonathan Edwards

Extracto del libro “Hambre Por Dios. Deseando a Dios por medio del Ayuno y la Oración de John Piper

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