¿Estás listo para ser derramado como una ofrenda?



Por Oswald Chambers

"Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros", Filipenses 2:17

¿Estás dispuesto a sacrificarte por la obra de otro creyente, a derramar tu vida como un sacrificio por el ministerio y la fe de otras personas? O dices: "No estoy dispuesto a ser derramado en este momento y no deseo que Dios me diga cómo servirle. Yo quiero escoger el lugar de mi propio sacrificio y quiero que cierta clase de personas se fijen en mí y me feliciten.
Una cosa es seguir el estilo de servicio para Dios en el cual la gente te ve como un héroe, pero es algo muy distinto si el camino que Dios te ha trazado requiere que te conviertas en un "tapete" bajo los pies de las personas. Quizá el propósito de Dios es enseñarte a decir: "Sé vivir humildemente", Filipenses 4:12. ¿Estás listo para ser sacrificado de esta manera? ¿Estás dispuesto a ser menos que una simple gota de agua en un balde, a ser tan irremediablemente insignificante que ninguna persona te recuerde, ni siquiera aquellos a quienes tú serviste? ¿Estás dispuesto a dar y a ser derramado hasta el agotamiento, sin buscar ser ministrado sino ministrar? Algunos santos no pueden realizar un trabajo humilde y mantener al mismo tiempo una actitud santa porque piensan que ese servicio está por debajo de su dignidad.
¿Estás listo para ser derramado como una ofrenda? Es un acto de tu voluntad, no de tus emociones. Dile a Dios que estás para ser ofrecido como un sacrificio para Él. Luego, acepta las consecuencias sin importar cuales sean y sin ninguna queja, a pesar de lo que Dios pueda permitir en tu camino. Dios te hace pasar por una crisis en privado, donde ninguna persona te puede ayudar. Desde afuera, tu vida tal vez parezca la misma, pero la diferencia está en tu voluntad. Una vez que sufras esta crisis en la voluntad, no le prestarás atención al costo cuando la crisis comience a afectarte exteriormente. Si no tratas primero con Dios en el área de tu voluntad, el único resultado será que comiences a compadecerte de ti mismo.
"Atad el sacrificio de la fiesta con cuerdas a los cuernos del altar", Salmos 118:27. Debes estar dispuesto a ser colocado sobre el altar y a pasar por las llamas; dispuesto a experimentar lo que el altar representa: quemarte en fuego, purificación y separación, con el único fin de eliminar todo deseo y pasión que no estén arraigados en Dios o dirigidos hacia Él. Sin embargo, tú no los destruyes, Dios lo hace. Tú atas el sacrificio a los cuernos del altar y tienes cuidado de no sumirte en la autocompasión cuando las llamas comiencen a arder. Después de que hayas pasado por el fuego, no habrá nada capaz de afligirte o deprimirte. Y cuando sobrevenga otra crisis, te darás cuenta de que las circunstancias no pueden afectarte como antes. ¿Qué fuego estás experimentando en tu vida?
Dile a Dios que estás dispuesto a ser derramado como una ofrenda, y Él demostrará todo lo que alguna vez soñaste que Él sería.

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