REMINISCENCIAS DE AVIVAMIENTOS EN GALES



A mediados del siglo XVIII en Gales bajo el ministerio de Howell Harris y Daniel Rowland


'Sentí de repente como si mi corazón se derritiera como la cera ante el fuego con un amor hacia Dios mi Salvador; no solo sentí amor, paz, etc., sino un deseo también de ser disuelto y estar con Cristo; entonces, del fondo de mi alma más íntima brotó un clamor, totalmente desconocido en mí anteriormente: ¡Abba Padre! ¡Abba Padre! No podía hacer otra cosa más que llamar a Dios mi Padre, supe que yo era su hijo, que me amaba y que me oía. Mi alma rebosó, y exclamé: `Basta, estoy satisfecho. Fortaléceme y te seguiré por el fuego y por las aguas'. ¡Fui verdaderamente feliz! Hubo en mí una fuente de agua que saltaba para vida eterna (Juan 4:14). El amor de Dios fue derramado en mi corazón por el Espíritu Santo (Romanos 5:5).'
(Evans, Howell Harris)

'Debo tener al Salvador, de veras, porque Él es mi todo; todo lo que pueden tener los demás en este mundo, o en la religión, yo lo tengo en ti; placer, riquezas, seguridad, honor, vida, justicia, santidad, sabiduría, bienaventuranza, gozo, alegría y felicidad [...] e igual que un niño anhela ver a su padre; un viajero, el fin del trayecto; un obrero, su obra acabada, un prisionero, su libertad, un heredero, la plena posesión de su heredad; así yo, en todos estos aspectos, anhelo irme a casa.'

'¡Oh! Las labores del hermano Rowland en particular son acompañadas de tanto poder tan pocas veces visto que resulta casi increíble hasta que uno lo experimenta por sí mismo. ¡Las oraciones y los cánticos rebosan de la presencia de Dios! ¡Oh, cómo ardía mi alma con amor sagrado estando en medio de ellos! Se desmayan, ¡cayéndose como muertos por el poder de la Palabra, llorando gozosos al haberse encontrado con el Mesías; algunos lamentándose bajo un profundo sentimiento de su propia vileza, y otros en proceso de un nuevo nacimiento! Me encuentro ahora en el condado de Pembrokeshire, donde Rowland ha estado predicando, y donde él mismo ha recibido abundante bendición. El poder fue tal al concluir sus sermones que las multitudes continuaban llorando y clamando al Salvador sin poder evitarlo.'
(Evans, Howell Harris Evangelist)
'Luego me vino a la mente ese espantoso doblegamiento del día del juicio, y me sentí colmado de compasión por todos aquellos que debían doblegarse en ese Juicio, y lloré. Después de eso, la salvación del alma quedó solemnemente grabado en mí. Ardía yo con un deseo de ir a todas partes de Gales y contar acerca del Salvador; y si de alguna manera hubiera sido posible, hasta hubiera pagado a Dios para poder hacerlo.'
(Evans, The Welsh Revival)
'Los obreros del turno de la noche habían bajado una media hora antes para no interferir con las operaciones de la mina. A unos 70 m del fondo del pozo, en los establos, llegamos a la reunión de oración. Uno de los obreros leía en voz alta el capítulo 6 de Mateo delante de unos ochenta compañeros. Estaba de pie en medio del grupo, leyendo con la ayuda de una luz tenue, fantasmagórica, que bailaba con el balanceo de las lámparas colgadas y que difuminaba en la densa oscuridad alrededor. Unas cuantas lámparas habían sido colocadas en un poste macizo acuñado contra el techo, y los mineros se agrupaban en torno al solemne lector [...] Hombres diligentes, todos ellos rostros que reflejaban las marcas del obrero subterráneo; ojos abatidos que parecían hogares de oración silenciosa, cuerpos fuertes que temblaban con una nueva emoción.'
(Evans, The Welsh Revival)

Comentarios