CIPRIANO DE VALERA


Su nombre está estrechamente ligado al de Casiodoro de Reina y al de la Biblia en la que ambos trabajaron, uno como traductor y otro como revisor.

Él y Casiodoro coincidieron en el monasterio de San Isidoro del Campo (Sevilla) y huyeron juntos cuando la Inquisición quiso apresarles por ser partidarios de la Reforma.

En el exilio conoció a Juan Calvino, de quien fue discípulo y traductor de sus obras. Se estableció en Inglaterra en 1558, enseñando artes, teología y castellano en las universidades de Londres, Oxford y Cambridge.

En 1582 abordó la revisión de “La Biblia del Oso”, traducción al castellano que había realizado su paisano directamente desde las lenguas originales. Tardó veinte años en acabarla.

En la portada de esta Biblia puede verse estampada la imagen de dos hombres: uno está plantando un árbol, mientras el otro lo está regando con agua que sale de un cántaro (de ahí que esta Biblia sea conocida como la “Biblia del Cántaro”).

Muy posiblemente, la escena descrita nos remite al texto bíblico de 1 Corintios 3,6: «Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios».

Algunos intérpretes han indicado que la escena representada en la portada de la Biblia hace referencia a que con la primera edición llevada a cabo por Casiodoro de Reina se había plantado la semilla de la Palabra de Dios, y que en la revisión de Cipriano de Valera se contribuía a regar lo anteriormente plantado.

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