¡AVÍVAME!



POR Octavius Winslow

“Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra” (Salmo 119:25)

"Avívame, Señor -- vivifica Tu obra en mi alma, y fortalece lo que Tú has labrado en mí. ¡El amor que se congela, la fe que tiembla, la esperanza que fluctúa, el gozo que se decae -- inspira con nueva vida, nueva energía, nuevo poder! Es de poca importancia lo que otros piensan de mí; Señor, Tú conoces que mi alma se pega al polvo. Hay en mi corazón más de la tierra que del cielo; más del yo que de Cristo; más de la criatura que de Dios. Tú me conoces en lo secreto -- cómo mi gracia se disminuye, cómo mis afectos se enfrían, qué raro mi retrete es visitado, qué tanto mi Biblia es descuidada, cuán vacío a mi sabor son los medios de gracia, y cuán molesto e insípido son todos los deberes y privilegios espirituales. Señor, muévete Tú mismo para el revivificar de mi alma; Vivifícame, oh, ¡avívame!”

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