COMO ORAR POR UNA BENDICIÓN COMO IGLESIA

Por Charles Spurgeon
Necesitamos orar pidiendo una gran bendición como iglesia. Yo creo que activaría sus peticiones si les dijera que tenemos la intención de orar para que Dios envíe una bendición a la iglesia en general. Muy bien. ¿Contamos con los elementos esenciales para el éxito? ¿Creemos en el nombre de Jesucristo? Bien, yo creo que sí. No creo que se pueda encontrar alguna falla en la rectitud de nuestra fe, aunque mucho debe ser confesado acerca de su debilidad. Prosigamos a la siguiente pregunta. ¿Estamos llenos de amor hacia Dios y hacia nuestro prójimo? El doble mandamiento es que creamos en el nombre de Jesucristo y que nos amemos los unos a los otros. ¿Nos amamos los unos a los otros? ¿Caminamos en amor? No hay ninguno de nosotros que sea perfecto en eso. Voy a comenzar la confesión reconociendo que no soy lo que debería ser en ese respecto. Que la confesión se difunda por toda la iglesia, y que cada uno piense cuán a menudo hemos hecho cosas desamoradas, y hemos pensado cosas desamoradas, y hemos dicho cosas desamoradas, y hemos prestado atención a la murmuración desamorada, y no hemos extendido una mano amorosa cuando debimos prestar ayuda, y más bien hemos empujado con nuestra mano sin amor al hombre que estaba cayendo. Si en la iglesia de Dios hay una falta de amor, no podemos esperar que la oración sea oída, pues Dios dirá: "Me piden prosperidad. ¿Para qué? ¡Para agregar más personas a una comunidad que no tiene amor para consigo misma! Me piden conversiones. ¡Cómo!, ¿para traer más personas para que se unan a una comunidad que no tiene amor?" ¿Esperan que Dios salve a pecadores que ustedes no aman, y que convierta almas que a ustedes no les preocupan en lo más mínimo? Nuestro amor debe acompañar a la almas a Cristo, pues, bajo la influencia del Espíritu Santo de Dios, el gran instrumento para la conquista del mundo es el amor, y si los cristianos aman más que los musulmanes, y que los judíos, conquistarán a los musulmanes y a los judíos; y si muestran menos amor, los musulmanes y los judíos los conquistarán. La espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, es el arma principal, y le sigue el comportamiento amoroso y la conversación generosa de los cristianos hacia sus semejantes. ¿Cuánto amor tenemos? O más bien debería preguntar: ¿qué tan poco amor tenemos?

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