LA PALABRA DE DIOS

Por  WILLLIAM GURNALL

La Palabra de Dios es una cosa demasiado sagrada, y la predicación una obra demasiado solemne, para jugar con ella como suelen hacer algunos que en sus sermones no valoran otra cosa que la más exquisita oratoria. Si queremos llegar a los corazones de los hombres hemos de hacerlo no tanto por palabras como con poder. Satanás no se preocupa por los sermones de alta retórica. Saca, pues, esta espada de su vaina y hiere con su desnudo acero hasta que llegue a las conciencias de tu pueblo y saques de ellos la negra sangre de sus pecados. —

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