Por A.W.Tozer
"Puestos los ojos en Jesús...el cual por el gozo puesto delante de el sufrió la cruz, menospreciando el oprobio". (Hebreos 12:2).
Aquellos que han atravesado por alguna "larga noche del alma" se dan cuenta de que existe un límite en la capacidad del hombre para vivir sin alegría. Inclusive, Cristo pudo soportar la cruz solamente por el gozo que había sido puesto delante de él.
El acero más fuerte se quiebra si se lo tiene demasiado tiempo bajo presión. ¡Debes creer que Dios sabe exactamente cuanta presión podemos soportar cada uno de nosotros!
El sabe por cuánto tiempo podemos soportar la noche, entonces le da alivio al alma, primeramente por bienaventurados destellos de la estrella matutina, y luego por la luz completa que anuncia la mañana.
Lentamente, descubrirás el amor de Dios en tus sufrimientos. Tu corazón comenzara a aprobar todo lo vivido. Aprenderás por ti mismo lo que todos los colegios del mundo no podrían enseñarte, ¡la acción sanadora de la fe sin tener el respaldo humano! Sentirás y comprenderás el ministerio de la noche; su poder de purificación, de separación, de humillación, de destrucción del temor a la muerte, y lo que en ese momento es más importante para ti, el temor a la vida. Y aprenderás que algunas veces el dolor puede hacer lo que la alegría no puede (como sacar a luz la vanidad de las fruslerías terrenales),y llenar tu corazón con el anhelo por la paz del cielo.
Lentamente, descubrirás el amor de Dios en tus sufrimientos. Tu corazón comenzara a aprobar todo lo vivido. Aprenderás por ti mismo lo que todos los colegios del mundo no podrían enseñarte, ¡la acción sanadora de la fe sin tener el respaldo humano! Sentirás y comprenderás el ministerio de la noche; su poder de purificación, de separación, de humillación, de destrucción del temor a la muerte, y lo que en ese momento es más importante para ti, el temor a la vida. Y aprenderás que algunas veces el dolor puede hacer lo que la alegría no puede (como sacar a luz la vanidad de las fruslerías terrenales),y llenar tu corazón con el anhelo por la paz del cielo.
Lo que estoy escribiendo aquí de ninguna manera es original. Cada generación de cristianos ha descubierto esta verdad con un sabor nuevo, Solo unos pocos comprenderán, y ellos serán los que constituyan la firme esencia de los fieles santos que se necesitan con tanta desesperación en esta seria hora, si deseamos que el cristianismo del Nuevo Testamento sobreviva en la próxima generación.
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