Por Smith Wigglesworth
Existen muchas iglesias donde jamás se hace el tipo de oración de Hechos 4:31.
“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.”
Y una iglesia que no sabe orar ni clamar, nuca será sacudida. Si usted frecuenta un lugar como ése puede muy bien decir: “Icabod- la gloria del Señor se retiró de sobre el atrio”.
Solamente cuando los hombres aprenden el secreto de la oración y de la adoración, es que Dios se aproxima.
Cuando todo el pueblo aparece, ora y adora como hicieron los primeros discípulos, algo sucederá. Los que estuvieron presentes ven prender el fuego y quieren regresar.
Con todo, no tendrá ninguna utilidad un lugar donde todo es formal, seco y muerto. Está en la hora del pueblo de Dios aprender como clamar con fe en cuanto contemplan el poder eterno de nuestro Dios, para Quien es perfectamente posible resucitar a los muertos.
Usted debe aprender a apropiarse de la victoria y gritar en la cara del diablo: “¡Está hecho!” No hay ninguno que pueda dudar si aprende a clamar. Todo será diferente y cosas tremendas acontecerán.
Traducido por Wiarly Muñoz G
31 de diciembre de 2009
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