La iglesia


por J.C. Ryle

¡Grande es el poder que Cristo despliega en construir Su Iglesia! El efectúa Su trabajo a pesar de la oposición del mundo, la carne y el demonio. En tormenta, en tempestad, en tiempo de problemas, silenciosamente, quietamente, sin ruido, sin remoción, sin excitación, la construcción progresa, como el templo de Salomón. “Lo que Yo hago, El declara, ¿quién lo estorbará?” (Isa. 43:13).
Los hijos de este mundo tienen poco o ningún interés en la construcción de esta Iglesia. No se preocupan en absoluto de la conversión de las almas. ¿Qué son para ellos espíritus quebrantados y corazones penitentes? ¿Qué es para ellos la convicción de pecado, o fe en el Señor Jesús? A sus ojos todo es “tontería”. Sin embargo, mientras los hijos de este mundo no se preocupan en absoluto, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios. Por la preservación de la verdadera Iglesia, las leyes de la naturaleza algunas veces se suspenden. Por el bien de esa Iglesia, todos los manejos providenciales de Dios en este mundo se ordenan y arreglan. Por el bien de los electos, las guerras llegan a su fin y la paz es dada a la nación. Hombres de estados, regidores, emperadores, reyes, presidentes, cabezas de gobierno tienen sus esquemas y planes que piensan son de gran importancia. Pero hay otro trabajo que se desarrolla para un momento infinitamente mayor, en el cual ellos sólo son las “hachas y sierras” en las manos de Dios (Isa. 10:15). Ese trabajo es la erección del templo espiritual de Cristo, la reunión de las rocas vivas en la única y verdadera Iglesia.
Debiéramos sentirnos profundamente agradecidos porque la construcción de la verdadera Iglesia descansa sobre los hombros del Único que es poderoso. Si el trabajo dependiera del hombre, pronto se paralizaría. ¡Pero, bendito sea Dios, el trabajo está en las manos de un Constructor que nunca falla en cumplir Sus diseños! Cristo es el Constructor todopoderoso. El ejecutará Su trabajo, aunque las naciones y las Iglesias visibles no conozcan su deber. Cristo no fallará. Aquello a lo que El se ha comprometido, El por cierto hará.

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