DIRIGIR LAS ALMAS A CRISTO, NO A NOSOTROS



Por Oswald Chambers

Jesucristo no dijo: “Id y salvad almas”, pues la salvación de las almas es la obra sobrenatural de Dios, sino: “Id y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28: 19). Sin embargo, no puedes hacer discípulos si tú mismo no eres uno. Cuando los discípulos regresaron de su primera misión, estaban llenos de gozo porque hasta los demonios se les sujetaban, pero Jesús les dijo: “No se regocijen por el éxito en el servicio; el gran secreto del gozo es que tengan la relación correcta conmigo” (Lucas 10:17-20). 
Lo más esencial en un misionero es que permanezca fiel al llamado de Dios y que comprenda que su único propósito es discipular hombres y mujeres para Jesús. Recuerda que hay una pasión por las almas que no proviene de Dios, sino de nuestro deseo de que se conviertan a nuestro punto de vista.
Fragmento tomado del libro devocional “En pos de los Supremo” de Oswald Chambers.

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