CUANDO NOS OFENDEN ¿CUÁL ES NUESTRA REACCIÓN?


Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres” Romanos 12:18

 La epístola de Santiago fue escrita a todos los cristianos, se cree que fue escrita por Santiago, el hermano de Jesús. Casi todo el capítulo 3 habla de una sola cosa: la lengua…mostrándonos la importancia de esto…

Todos nosotros hemos hecho algo indebido, hemos ofendido y pecado contra alguien en algún momento de nuestra vida.

Pero, ¿qué son las ofensas? La palabra “ofender” viene del griego “ptaío” que significa tropezar, errar, caer, hacer tropezar. Ofender es tropezar, caer, entonces las ofensas son cosas o personas que nos hacen tropezar y caer.

Debido a la caída del hombre en el Edén, a veces una persona actúa con mala intención queriendo dañarnos porque no le agradamos o solo quiere agredirnos y ofendernos, otras veces nos hace daño sin premeditación, sin darse cuenta. La mayoría de las veces es otro creyente quien nos ha ofendido, y esto hace que suframos con la ofensa y la vivamos como una traición. O aun nuestros propios familiares, amigos o cercanos nos ofenden. Pero a veces somos nosotros quienes dañamos a otros con nuestras palabras, y muchas veces somos nosotros los que ofendemos. Así mismo lo dice su palabra en Santiago3:2  “Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo”. Entonces podemos saber que todos ofendemos y muchas veces también ofenderemos a otros.

Cuando otros te ofenden se dará a conocer tu madurez ya que a través de las ofensas podemos darnos cuenta cómo es nuestra relación con Dios.

Cuando nuestros sentimientos son lastimados tenemos dos opciones:

·       Tratar mis sentimientos a puerta cerrada con el Señor o

·       Tratar mis sentimientos con otras personas

Cuando nos ofenden se dará a conocer si somos maduros o no. Ya que las ofensas son oportunidades para mostrar cuánto de Cristo ha sido formado en nosotros.

Recuerden el mayor ejemplo que tenemos de alguien que dejó pasar las ofensas fue Jesucristo mismo. Él fue ofendido hasta lo máximo pero ¿cómo fue su reacción?

Meditemos en esto. “Él no abrió su boca”. Isaías 53:7  “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”.

Dios tiene la intención de usar las ofensas en nuestro bien, se recuerdan de José y sus hermanos-“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”. Génesis 50:20

"Cuando nos ofenden o nos sentimos ofendidos con situaciones injustas, tenemos siempre dos caminos para responder: o actuamos conforme al brazo de carne o mostramos cuánto del Señor ha sido formado en nuestros corazones. 

¡Qué disyuntiva, escoger lo más fácil o negarnos a nosotros mismos, reclamar nuestros derechos o dejar que los hombres pisoteen nuestra cabeza!... 

“Señor ayúdanos a escoger la mejor parte, aquella que no será quitada...para que cuando venga el día en que estemos cara a cara con el Salvador seamos coronados con tesoros celestiales.” Amén.

Por Wiarly Muñoz G.

 


Comentarios