Tu Padre celestial anhela tanto cuidarte que, mientras tú le pides tímidamente una migaja de paz y gozo, él desea que abras la boca todo lo que puedas, para poder llenarla.
Cuanto más pidas, mejor; y si más pides, más cariñosamente te acoge.
William Gurnall
Tomado de El Cristiano con toda armadura de Dios
Comentarios
Publicar un comentario