DIOS ESTÁ MUY LEJOS DE MÍ...

Hay muchas voces que quieren hacerse oír por los  hombres.

Muchas de ellas proceden del infierno mismo.

La serpiente le dijo a Eva:

 “¿Con que Dios os ha dicho ...?”,

y luego le dijo:

“Sabe Dios que el día que comáis de él (el árbol de la ciencia del bien y del mal), serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios ...”

La serpiente hizo que la mujer dudara del amor de Dios, que creyera que Dios no estaba buscando su bien, y que ella podía alcanzar el bien aparte de Dios,  contraviniendo a Dios.

Esa voz todavía viene a los oídos de los hombres.

“Dios no te ama”,

“Dios se ha olvidado de ti”,

“A Dios no le importas tú”

“Dios está lejos de ti”.

Esas voces vienen del infierno.

Proceden del mismo engañador que hizo caer a Eva.

Sin embargo, Dios le ama a usted y está cerca de usted; es verdad que sus pecados han levantado  un muro entre usted y Dios; es verdad que sus rebeliones le han alejado a usted.

Pero, siendo Él infinitamente bueno,  e infinitamente poderoso, Él vendrá a usted apenas le invoque.

Derribará el muro, salvará todas las distancias.

El Espíritu de Dios ha sido derramado sobre la tierra.

Él está atento a su voz. Si usted le invoca, Él responderá.

Si usted clama desde el fondo de su desesperación, Él acudirá raudo más que un relámpago,  tocará su corazón,  sanará sus heridas,  y llenará el vacío de su alma.

¡No tema!

Dios está cerca de usted.

En realidad, nadie está más cerca que Él.

No importa si está en su pieza solo,

 o caminando por despoblado;

 no importa si viaja solo,

 o si está comiendo solo.

Sepa que usted no está solo. Ahí está Él para ayudarle.

Dígale:

“Señor Jesús: Tú estás aquí, ayúdame.

Quédate conmigo. Te necesito.

Entra en mi corazón. Ahora mismo.

Gracias, Señor.”


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