EL LATIR DEL CORAZÓN EN LA CONQUISTA DE ALMAS

Un grupo de señoras cristianas estaba realizando su usual reunión de oración. Cierto evangelista, un fervoroso conquistador de almas — era el invitado para predicar. Él oía a algunas de ellas hablar acerca de una mujer inmoral que vivía cerca. El evangelista preguntó: "Y ¿Qué es lo que vosotras están haciendo para conseguir la salvación de esa mujer?"

La dirigente tomó la palabra: "Estamos orando fielmente por su salvación cada vez que nos reunimos". "¡Excelente!" dijo el evangelista. "Pero ella irá hacia el infierno mientras ustedes oran. ¿Aún no fueron a visitarla? ¿Aún no le hablaron a ella sobre su alma? ¿Alguien ya le llevó el Evangelio a su casa?"

Nosotros hemos hecho de Dios un mensajero, un entregador de recados. ¡Olvidamos que Él es el Gerente General! Nosotros nos ocupamos de decirle a Dios que haga todas las cosas deseables que nosotros mismos debíamos hacer — visitar al pobre y necesitado, ir y confortar a los débiles, bendecir y ayudar a los pobres, animar a los encarcelados, apoyar a los débiles y hablar con los pecadores. Queremos que el Señor haga todas esas cosas mientras nosotros oramos.

¡Qué religión conveniente la que desarrollamos!

Permitan que yo les haga la siguiente pregunta: ¿Vosotros pueden decirme una única cosa que Jesucristo puede hacer en su ciudad o comunidad sin un cuerpo a través del cual Él pueda operar?

Cuando Dios visitó al hombre para mostrarse a Sí mismo, Él vino en un cuerpo — en carne humana. Jesucristo era Dios encarnado. Ellos lo mataron. Entonces Él volvió en la forma del Espíritu Santo, para hacer su morada en nuestros cuerpos, como su Templo. Ahora usted y yo somos su Cuerpo. Usted es la Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Usted es el Cuerpo de Cristo en su comunidad.

Cristo ministra a través de su Cuerpo hoy de la misma forma en que (Cristo) ministró a través de un cuerpo humano hace más de 1900 años pasados. Hoy su Cuerpo es la Iglesia — y la Iglesia soy YO — mi cuerpo, y USTED su cuerpo. Nosotros somos su templo.

Yo soy la Iglesia. Yo soy el Cuerpo de Cristo. Usted es la Iglesia. Usted es el Cuerpo de Cristo.

"Porque somos miembros de su Cuerpo, de su carne, de sus huesos". Efe 5.30.

Cristo nada puede hacer, excepto a través de la Iglesia su Cuerpo. ¡Ese soy YO! No mi congregación o mi denominación. ¡La Iglesia, el Cuerpo de Cristo soy YO! Es USTED si usted es un cristiano verdadero.

Cuando usted esté delante Dios, usted va a dar cuenta de las obras que usted hizo (o dejó de hacer) personalmente; usted no será juzgado a la luz de lo que su iglesia hizo como un cuerpo espiritual. Dios no llamará a su asamblea como una unidad para juicio; Él no juzgará lo que su congregación hizo (o dejó de hacer) como parte del Cuerpo "incorporado" de Cristo. Usted no podrá decir, "Señor, mi pastor hablará por mí; yo soy miembro fiel de mi iglesia y nosotros trabajamos como una unidad, por lo tanto, yo no puedo responder como un individuo".

Todo cuanto se refiere a usted personalmente ante Dios, USTED es la Iglesia; USTED es el Cuerpo de Cristo.

Nosotros hablamos acerca de la Iglesia, o del Cuerpo de Cristo cómo siendo la unión espiritual de creyentes, la comunidad de los llamados, y esto es toda verdad. Pero como toda verdad, ella tiene que hacerse PERSONAL, de lo contrario será pérdida. Hemos considerado el Cuerpo de Cristo en su sentido general, colectivo, pero no en su aplicación personal. Cristo debe vivir en nosotros personalmente.

"El gran misterio que estuvo oculto desde todos los siglos, y en todas las generaciones, y que ahora fue manifestado a sus santos" es "¡CRISTO EN VOSOTROS!" Col. 1.26-27. 

Cristo debe tener un cuerpo a través del cual Él pueda ministrar hoy. Y ese cuerpo soy YO — es USTED. Nosotros somos la Iglesia — su Cuerpo — su Templo.

Eso no quiere decir que nosotros ignoramos el Cuerpo de Cristo en su sentido "incorporado" — constituido de todos los creyentes; pero quiere decir que USTED y YO despertamos al hecho de que Jesucristo es nacido EN NOSOTROS y que NOSOTROS somos ahora su Cuerpo.

Suena más correcto decir, "somos miembros de su Cuerpo" — y somos los mismos. I Cor. 12.27. 

La iglesia, la Escuela Dominical, el grupo misionero de señoras, la organización de los hombres, el movimiento de jóvenes — ellos harán la obra.

A los miembros de la iglesia les gusta saber que su iglesia está operando. Ellos están dispuestos a pagar por eso con tal de que algún otro miembro haga el trabajo.

Pero el Cristianismo es una cosa personal. Si Cristo vino a vivir en USTED, USTED es su Cuerpo — es decir, todo cuanto se refiere a usted. Él vive en usted porque Él desea ministrar A TRAVÉS de usted. Él necesita tener SU cuerpo para alcanzar SU comunidad. La esencia de su experiencia cristiana, es CRISTO EN USTED".

Cuando Él estaba en Nazaret, "no podía hacer allí obras maravillosas... debido a la incredulidad de ellos", Mar 6:5, 6. 

Sin la fe humana por parte del pueblo, su ministerio era entonces limitado, y sin instrumentos humanos a través de los cuáles Él pueda vivir y hablar, Él está hoy limitado.

Por T.L. OSBORN


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