UNA ESTRELLA EN LA VENTANA


Durante la Segunda Guerra Mundial era costumbre en los Estados Unidos que una familia que tuviera un hijo sirviendo en el ejército colocara una estrella en la ventana frontal de su casa. Una estrella dorada indicaba que el hijo había muerto apoyando la causa de su país.

Una noche, un hombre iba caminando por una calle de Nueva York, acompañado de su hijo de 5 años. El niño estaba interesado en las muy iluminadas ventanas de las casas y quería saber por qué algunas tenían una estrella en la ventana. El padre explicó que esas familias tenían un hijo peleando en la guerra. El

niño aplaudía cuando veía otra estrella en la ventana y exclamaba:

–¡Mira, papá, otra familia que dio a su hijo por su país!

Finalmente, llegaron a un lote vacío y a una brecha en la hilera de casas. A través de la brecha se podía ver una estrella brillando en el cielo.

—¡Papá! –dijo el niño–.Mira esa estrella en la ventana del cielo. Dios debe haber dado a su hijo también.

M.R.D. en Nuestro Pan Diario, Vol. V

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