LA FAMILIA

“Si descuidamos esto, arruinamos todo. ¿Qué podemos lograr nosotros para reformar una congregación, si todo el trabajo tenemos que hacerlo solos y las cabezas de familia no cumplen las obligaciones que les corresponden? Si la obra del ministro comienza algún bien en algún alma de una familia, el hecho de que dicha familia sea indiferente, mundana y no ore, lo apagará o dificultará en gran manera. 

 En cambio, si podemos conseguir que los que gobiernan a su familia cumplan su parte haciéndose cargo de la obra donde nosotros la dejamos y prestan su ayuda, ¡cuánto bien puede resultar! 

Por lo tanto, ¡les ruego que hagan todo lo que pueden para promover el cumplimiento de esto, si anhelan la verdadera reforma y el bienestar de sus parroquias!”.

Por Richard Baxter, The Reformed Pastor (El pastor reformado)

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