EL DIOS DE ELÍAS



        Andando por un bosque en África tres misioneros llegaron a una aldea donde los aldeanos les concedieron permiso para ocupar una choza. Meditando sobre una reunión para contar a los habitantes el mensaje de la vida, sucedió que ese mismo día llegó otro desconocido, que también recibió hospedaje. Este juntó la gente y se declaró ser brujo. Mandando a su gente que cavaran un hoyo en el camino lo forró con hojas de plátano, puso otras hojas de medicina, echó agua, y mandó a que cada persona se lavara las manos en el agua. Todos lo hicieron, aún los católicos-romanos misioneros y sus adeptos; sólo los tres misioneros se negaron a hacerlo. 

    Cuando ese hombre había terminado sus ritos, los misioneros sacaron unas láminas y comenzaron a enseñar a la gente el camino de la vida por Jesucristo. El hombre entonces ofreció mostrarles su poder mandando que no lloviera por tres meses. La gente ignorante y supersticiosa le creían; pero los tres misioneros le increparon: "¿Eres tú Dios? Tú dices que no lloverá; nosotros decimos que sí oramos a Dios, lloverá." 

        Así, los tres se separaron uno de otro y fueron a distintos puntos en el bosque y pidieron a Dios que lloviera. Dios les oyó y les contestó, y hubo un fuerte temporal con abundante lluvia. Fueron a la casa del gobernador de la aldea y enrostraron al hombre brujo. Cubierto de vergüenza se fue a otra aldea distante.

    Al llegar allí enfermó y murió. La gente fue llena de temor y alabaron a Dios que les había librado de aquellos temores supersticiosos a creer en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. 

Moody Bible Montbly

Tomado de Fuego de Pentecostés

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