EL ROL DE LA ORACIÓN PARA PROVOCAR UN AVIVAMIENTO



Este es un mensaje del fallecido Dr. Edwin Orr, un mensaje que él enseñó hace más de 40 años. Él te dirá qué puedes hacer cuando estás en un tiempo en el que estás rodeada de oscuridad.

Creo que hoy en día hay una tendencia a pensar que las cosas están tan mal como siempre, o que nunca han sido peores. El Dr. Orr nos recuerda que, en la época de la Revolución Americana, la nación en general estaba en grave decadencia moral. Y el problema también fue visto en las iglesias.

"En 1794 parecía como si el cristianismo estuviera a punto de ser escoltado fuera de los asuntos de los hombres.

La embriaguez era epidémica. De una población de cinco millones, trescientos mil eran alcohólicos confirmados. Se enterraban quince mil de ellos cada año. La profanidad era del tipo más impactante. Por primera vez en la historia de la colonización de América, las mujeres tenían miedo a salir por la noche por temor a ser asaltadas. Los robos a bancos eran un hecho cotidiano.

La denominación más grande en aquel momento eran los metodistas, y estaban perdiendo más miembros de lo que estaban ganando. La segunda más grande eran los bautistas. Dijeron que «tuvieron su temporada más fría». Los presbiterianos se reunieron en una asamblea general para deplorar la impiedad del país. Los congregacionalistas eran más fuertes en Nueva Inglaterra. 

Toma una típica iglesia, el Rev. Samuel Shepard de Lenox, Massachusetts, dijo que «en dieciséis años no hubo ni una persona joven que se añadiera a la membresía».

Los luteranos estaban tan desgastados que discutieron la unión con los episcopales, que se encontraban incluso peor. El obispo protestante episcopal de Nueva York, el Obispo Samuel Provost, renunció a sus funciones. Él no había confirmado a nadie durante tanto tiempo que decidió que no estaba realizando ningún trabajo, por lo que consiguió otro empleo.

El presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, John Marshall, escribió al Obispo de Virginia, Obispo Madison, diciendo: «La iglesia ha ido ya demasiado lejos para ser redimida». Voltaire dijo: «El cristianismo será olvidado en treinta años»; y Thomas Paine predicó esto alegremente por toda América.

Kenneth Scott Latourette, el gran historiador de la iglesia dijo: «Parecía como si el cristianismo estuviera a punto de ser escoltado fuera de los asuntos de los hombres». Las iglesias tenían sus espaldas contra la pared, parecía como si estuvieran a punto de ser destruidas. 

¿Cómo cambió Dios esa situación? Llegó a través del concierto de oración.

Debo ir un poco hacia atrás: Había un ministro presbiteriano escocés en Edimburgo llamado John Erskine. Él escribió un memorial. Él lo llamó, «Suplicando con el pueblo de Escocia y otros lugares para unirse en oración por un avivamiento de la religión».

Él envió una copia de su pequeño libro a Jonathan Edwards en Nueva Inglaterra. Ese gran teólogo se sintió tan conmovido, que escribió una respuesta, que se extendió más allá de una carta, y finalmente la publicó en forma de libro. Si mi memoria no me falla, el título del libro fue el siguiente: «Un intento humilde para promover un acuerdo explícito y unión visible de todo el pueblo de Dios en oración extraordinaria para el avivamiento de la religión y el avance del reino de Cristo».

Ahora, este momento se inició en Inglaterra a través de William Carey, Andrew Fuller, John Sutcliffe y otros. Ellos empezaron lo que los británicos llaman la Unión de Oración. El año después de que John Wesley murió, el Segundo Gran Avivamiento comenzó y barrió a Gran Bretaña. 

No hay tiempo para darte los detalles de eso, pero en Nueva Inglaterra, había un hombre de oración llamado Isaac Backus, un pastor bautista. En 1794, cuando las condiciones estaban en su peor momento, él envió una petición de oración.

Mira cómo estaban las universidades en ese momento.

  • Realizaron una encuesta en Harvard, y no descubrieron un solo creyente en todo el cuerpo estudiantil.
  • Realizaron una encuesta en Princeton, un lugar mucho más evangélico, donde descubrieron solo dos creyentes en el cuerpo estudiantil, y solo cinco que no pertenecían al movimiento del discurso obsceno de ese día.
  • Los estudiantes se amotinaron.
  • Llevaron a cabo un simulacro burlándose de la Santa Cena en el Colegio Williams.
  • Tenían una obra de teatro anticristiana en Dartmouth.
  • Quemaron el Salón de Nassau en Princeton.
  • Forzaron la renuncia del presidente de Harvard.
  • Tomaron una Biblia de una iglesia presbiteriana local en Nueva Jersey, y la quemaron en una hoguera pública.
  • Los cristianos eran tan pocos en el campus, que se reunían en secreto como una célula comunista, y mantenían sus minutas en códigos para que nadie supiera lo que estaban haciendo y no los persiguieran.

Isaac Backus dirigió sus peticiones por oración a los ministros de todas las denominaciones cristianas en los Estados Unidos. Las iglesias sabían que sus espaldas estaban contra la pared. Los presbiterianos de Nueva York, Nueva Jersey y Pennsylvania lo adoptaron para todas sus iglesias. 

El Obispo Francis Asbury lo adoptó para todos los metodistas. Las asociaciones bautistas y los congregacionalistas, los reformados y los moravos, todos lo adoptaron hasta que América, al igual que Gran Bretaña estuviera entrelazada con una red de encuentros de oración, apartando el primer lunes de cada mes para orar.

No pasó mucho tiempo antes de que llegara el avivamiento. Estalló primero en Connecticut, luego se extendió a Massachusetts, totalmente sin extravagancia o protesta. Cada reporte menciona esto.

Sin embargo, hubo algunas diferencias. Cuando el movimiento llegó a la frontera de Kentucky, esas personas eran realmente salvajes e irreligiosas. El Congreso descubrió que en Kentucky no había habido más de un tribunal de justicia en cinco años. Peter Cartwright, un evangelista metodista, escribió que cuando su padre se había establecido en el condado de Logan, era conocido como Rogues Harbor (Puerto de Pícaros).

Si alguien cometía un asesinato en Massachusetts o un robo en Rhode Island, todo lo que necesitaban hacer era cruzar las montañas Alleghenies. Las personas decentes en Kentucky formaron regimientos de vigilantes para luchar por ley y orden, y luego se enfrentaron en una batalla campal con los forajidos y perdieron.

Hubo un ministro presbiteriano escocés-irlandés llamado James McGready, cuya declaración principal para la fama fue que era tan feo que llamaba la atención. Hoy en día, tú tienes que ser muy bien parecido para llamar la atención. Pero McGready era tan feo que la gente se detenía en la calle y preguntaba: «¿Qué es lo que hace?» Y ellos les decían: «Él es un predicador». Entonces la gente reaccionaba y decía: «Un hombre con una cara como esa debe tener algo que decir». McGready se estableció en el condado de Logan, y fue pastor de tres iglesias pequeñas. Él escribió en su diario que «el invierno de 1799, en su mayor parte, fue de lloro y lamento por el pueblo de Dios». Era como Sodoma y Gomorra.

McGready era tan gran hombre de oración, que no solo promovió el concierto de oración el primer lunes de cada mes, sino que también pidió a su pueblo que orara por él, los sábados al atardecer y los domingos al amanecer. En el verano de 1800 llegó el gran avivamiento de Kentucky. Once mil personas acudieron a un servicio de comunión. McGready pidió ayuda a grandes voces, «alguien que venga y me ayude». Así que los bautistas y metodistas llegaron, y el gran encuentro de avivamiento comenzó y arrasó en Kentucky y Tennessee, y luego se esparció sobre Carolina del Norte y Carolina del Sur, y arrasó en la frontera.

Ese fue el punto de partida. A raíz de ese Segundo Gran Avivamiento, después de la muerte de Wesley, surgió lo siguiente:

  • Todo el movimiento misionero y todas las sociedades misioneras
  • La abolición de la esclavitud
  • La educación popular
  • La unidad de evangelización
  • Más de seiscientas universidades en el Medio Oeste fundadas por evangelistas

Ahora, la situación se deterioró en el medio del siglo XIX. ¿Por qué? Suena familiar: el condado fue seriamente dividido por asuntos de la esclavitud, justo como la guerra de Vietnam. En segundo lugar, las personas estaban haciendo dinero a manos llenas. Cuando esto sucede, le dan la espalda a Dios.

Un hombre de oración, Jeremías Lanphier, empezó una reunión de oración de hombres de negocios en el cuarto superior de la Iglesia Holandesa Reformada del Norte, Edificio Consistorio en Manhattan. Anunció la reunión de oración. Solo se presentaron seis personas, de una población de un millón. Pero la semana siguiente hubo catorce, y luego veintitrés cuando decidieron reunirse todos los días para orar.

Luego llenaron la Iglesia Reformada Holandesa, luego la Iglesia Metodista de la calle John, luego la Iglesia Episcopal Trinidad en Broadway, en Wall Street. En febrero 1858, cada iglesia y salón público en el centro de Nueva York estaba lleno.

Horacio Greeley, el famoso editor, envió a un reportero con caballo y carroza a las reuniones de oración, para ver cuántos hombres estaban orando. En una hora el reportero pudo llegar a solo doce reuniones, pero pudo contar 6,100 hombres. Y luego la avalancha de oración empezó.

La gente empezó a convertirse, diez mil a la semana solo en la ciudad de Nueva York. El movimiento se extendió a través de Nueva Inglaterra, las campanas de la iglesia atraían a la gente a orar, a las ocho de la mañana, las doce del mediodía y las seis de la tarde. El avivamiento llegó al Hudson y al Mohawk. Por ejemplo, los bautistas tenían tantas personas para bautizar que no podían conseguir hacerlo en sus iglesias. Se fueron al río, hicieron un gran agujero en el hielo, y los bautizaron en el agua fría. ¡Cuando los bautistas hacen eso, es porque están realmente en fuego!

En un año, más de un millón de personas se convirtieron a Dios, de una población de treinta millones. Y ese avivamiento saltó el Atlántico, estalló en Irlanda del Norte, Escocia, Gales, Inglaterra, Sudáfrica y la India del sur. En cualquier lugar donde había una causa evangélica había avivamiento y su efecto se hizo sentir durante cuarenta años. Comenzó en un movimiento de oración, y fue sostenido por un movimiento de oración.

Ese movimiento se prolongó durante una generación, pero al llegar el siglo XX, hubo necesidad de avivamiento otra vez. Hubo reuniones especiales de oración en el Instituto Bíblico Moody, en las Convenciones de Keswick en Inglaterra, en Melbourne, en las Colinas de Nilgiri de la India, en Wonsan de Corea. En todo el mundo la gente estaba orando que hubiera otro gran avivamiento en el siglo XX.

En lo que se refiere a las iglesias, los ministros de Atlantic City reportaron que de una población de cincuenta mil solo había cincuenta adultos que aún no se habían convertido. En Portland en Oregón, doscientas cuarenta tiendas cerraban de 11 a 2 cada día para orar, firmando un acuerdo para que nadie mintiera y permaneciera abierto.

Eso es lo que estaba ocurriendo en los Estados Unidos en 1905. Pero ¿cómo empezó?

La mayoría de la gente ha oído hablar del Avivamiento de Gales que comenzó en 1904. Comenzó como un movimiento de oración.

Seth Joshua, el evangelista presbiteriano, llegó a la Universidad Newcastle Emlyn donde Evan Roberts estaba estudiando para el ministerio. Evan Roberts tenía veintiséis años. Él había sido un minero de carbón. Los estudiantes estaban tan motivados que pidieron ir a la próxima campaña de Joshua. Así que las clases fueron canceladas para ir a Blaenanerch donde Seth Joshua oró: «Oh Dios, dobléganos». Evan Roberts fue adelante, y rogó con gran agonía: «Oh Dios, doblégame».

No podía concentrarse en sus estudios. Fue donde el director Phillips, director de la universidad y le dijo: «Yo escucho una voz que me dice que debo ir a casa y hablar con nuestros jóvenes en mi propia iglesia, Sr. Phillips, ¿es esa la voz del diablo o la voz del Espíritu?» El director Phillips le respondió sabiamente, «el diablo nunca da órdenes como esas. Puedes tomarte una semana de descanso».

Así que se fue a casa a Loughor y le dijo al pastor: «He venido a predicar». El pastor no estaba del todo convencido, pero le preguntó: «¿Qué tal si hablas en la reunión de oración el lunes?» Ni siquiera lo dejó hablar en la reunión de oración, pero le dijo a la gente que estaba orando: «Nuestro joven hermano, Evan Roberts, siente que tiene un mensaje para ustedes, si gustan esperar». Diecisiete personas esperaron.

Evan Roberts les dijo: «Tengo un mensaje para ustedes de parte de Dios. Deben confesar cualquier pecado conocido a Dios y enmendar cualquier daño causado a los hombres. En segundo lugar, deben deshacerse de cualquier hábito dudoso con prontitud. 

En tercer lugar, deben obedecer al Espíritu con prontitud. Por último, deben confesar su fe en Cristo públicamente».

Para las diez en punto, los diecisiete habían respondido. El pastor estaba tan contento que le preguntó: «¿Qué tal si hablas en el servicio de misiones mañana por la noche? ¿Y en el servicio de mitad de semana la noche del miércoles?» Él predicó durante toda la semana, y le pidieron que se quedara una semana más. Entonces la oportunidad llegó.

La carretera principal entre Llanelli y Swansea en la cual la iglesia estaba situada estaba llena de extremo a extremo con la gente tratando de entrar a la iglesia. Las personas estaban cerrando las tiendas temprano para encontrar un lugar en la iglesia.

Ahora la noticia estaba al aire. Enviaron un reportero, y describió lo que vio. Dijo que «era un extraño encuentro que cerraba a las 4:25 de la mañana, y luego las personas no parecían estar dispuestas a irse a casa». A continuación, en un resumen muy británico, el reportero dijo: «Sentí que esto no era un encuentro ordinario». La noticia salió al día siguiente, todos los supermercados en ese valle industrial estaban abarrotados de la gente que había venido a las reuniones que estaban comprando alimentos. El domingo cada iglesia estaba llena, fue como un maremoto sobre Gales.

Te podría decir mucho sobre eso. Había unas cien mil personas convertidas en ese movimiento. Cinco años más tarde, el Dr. JV Morgan escribió un libro para desacreditar el avivamiento, su principal crítica fue, «de cien mil que se unieron a las iglesias en cinco meses de la emoción del avivamiento, después de cinco años, solo ochenta mil permanecieron». Solo ochenta mil.

Pero el impacto social fue asombroso. Por ejemplo,

  • Los jueces eran presentados con guantes blancos, ni un caso para tratar, ni violaciones, ni robos, ni asaltos, ni asesinatos, ni fraudes, nada.
  • Los concejales distritales realizaron reuniones de emergencia para discutir qué hacer con la policía ahora que estaban desempleados.

De hecho, mandaron a buscar al sargento de la policía y le preguntaron: «¿Qué haces con tu tiempo?»

Él dijo: «Antes del avivamiento, teníamos dos trabajos principales, uno era prevenir el crimen y el otro controlar multitudes, como en los juegos de fútbol. Desde que el avivamiento comenzó prácticamente no hay crimen. Así que solo nos vamos con las multitudes».

Un concejal le preguntó, «¿qué significa eso?»

Él respondió: «Usted sabe dónde están las multitudes. Ellos están abarrotando las iglesias».

«Pero ¿cómo afecta esto a la policía?»

Él dijo: «Tenemos tres cuartetos, y si alguna iglesia quiere un cuarteto para cantar, simplemente llama a la estación de policía».

  • Ese avivamiento arrasó con Gales, la embriaguez se redujo a la mitad. Hubo una ola de quiebras, pero casi en todas las tabernas.
  • Incluso hubo una desaceleración en las minas.

Tú te preguntarás, ¿cómo puede un avivamiento causar una huelga? No causó una huelga, solo una desaceleración. Tantos mineros galeses se habían convertido y dejaron de usar lenguaje vulgar, que los caballos que arrastraban los camiones de carbón en las minas no podían entender lo que se les decía. El transporte desaceleró por un tiempo, hasta que aprendieron el lenguaje. Cuando escuché por primera vez esa historia, pensé que era un cuento de fantasía, pero pude documentarlo incluso del Monasterio de Westminster.

  • Ese avivamiento también afectó los estándares morales sexuales.

Había descubierto a través de las cifras dadas por los expertos del gobierno británico que en Radnorshire y Merionethshire la tasa de natalidad ilegítima cayó 44% a un año del inicio del avivamiento. Así de grande fue el impacto de ese avivamiento.

Ese avivamiento arrasó Gran Bretaña. Estalló en Noruega. Tanto así que el Parlamento noruego aprobó una legislación especial para permitir a los laicos llevar a cabo la Santa Cena porque el clero no podía mantenerse al día con el número de conversos que quería tomar la Santa Cena. Barrió en Suecia, Dinamarca, Alemania, Canadá de costa a costa, todos los Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, África Oriental, África Central, África Occidental, África del Norte, Brasil, México, Chile.

Entonces, ¿cuál es la lección que podemos aprender? Es muy simple. Es ese texto familiar que se encuentra en 2 Crónicas, capítulo 7, versículo 14, que dice:

«Y si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra».

¿Qué implica esto? Dios espera que oremos.

Pero no hay que olvidar lo que dijo Jonathan Edwards, cuando habló para promover un acuerdo explícito y unión visible de todo el pueblo de Dios en la oración extraordinaria. ¿Qué entiendes tú por oración extraordinaria?

Cuando encuentras personas levantándose a las seis de la mañana para orar, u orando desde la mitad de la noche hasta la madrugada, eso es oración extraordinaria. Cuando renuncian a su hora de almuerzo y van a orar a una reunión de oración al mediodía, eso es oración extraordinaria. Pero tiene que ser unificada y concertada.

Esto no quiere decir que un bautista se convierte en menos de un bautista, o un episcopal menos leal a los treinta y nueve artículos, o un presbiteriano da la espalda a la Confesión de Westminster. De ningún modo. Pero se reconocen unos a otros como hermanos y hermanas en Cristo, y están dispuestos a orar juntos en oración concertada que Dios puede escuchar y responder. No hemos llegado a ese punto todavía.

Ahora, algunas personas dicen: Entonces eso significa que depende de nosotros. No, tampoco se puede decir esto. Matthew Henry dijo: «Cuando Dios tiene la intención de derramar gran misericordia sobre su pueblo, Él primero los establece en oración». Pero nosotros debemos responder. Él nunca ha elegido trabajar sin nuestra cooperación. Así que ya sea que tu interpretación de avivamiento sea calvinista o arminiana, es un asunto muy sencillo: Tú debes orar y Dios va a obrar. Que Dios nos ayude a orar. Amén.

La historia está llena de ejemplos de Dios respondiendo a las oraciones de su pueblo. El Dr. Edwin Orr ha estado mostrándonos muchos de esos ejemplos. Y aunque este mensaje se dio hace ya más de cuarenta años, necesitamos estos recordatorios hoy. Estos renuevan nuestra esperanza al recordarnos que Dios es un Dios vivo, obra milagros y responde las oraciones de su pueblo.

Es tan fácil desanimarnos por nuestro pecado y el pecado que nos rodea. Por eso necesitamos pensar en el pueblo de Dios y recordar que si nos humillamos, si oramos y buscamos el rostro de Dios, si voluntariamente nos arrepentimos de nuestros malos caminos, Él escuchará desde los cielos. Dios perdonará nuestro pecado y nos usará como instrumentos a través de los cuales su glorioso evangelio ilumina al mundo que nos rodea.

Señor, quiero agradecerte por el Dr. Edwin Orr y cómo él dio su vida durante décadas para difundir el mensaje de avivamiento y llamar a las personas a la oración. Sé que él está ahora en el cielo contigo. Pero gracias por este mensaje que él ha dejado y ha impactado mi vida en los últimos años. Señor, gracias por el registro, el recordatorio de cómo tú respondes a las oraciones de tu pueblo, y cómo vemos el papel de la oración en el avivamiento y en el despertar espiritual.

Señor te pido, que puedas hacerlo nuestra prioridad —empezando con mi propio corazón— para conectarnos contigo cada día, para pedir Tu dirección y buscarte encarecidamente, suplicarte que envíes Tu gracia y Tu Espíritu para avivar nuestros corazones, para avivar el corazón de tu pueblo, y enviar un gran avivamiento espiritual a nuestra nación a nuestros países a nuestro mundo en este día, para Tu gloria y por la fama de Tu nombre, y para el avance de Tu reino. Oro en el nombre de Jesús, amén.


De "The Role of Prayer in Spiritual Awakening" por Dr. Edwin Orr (c)1976 Campus Crusade for Christ. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

Desde «El papel de la Oración en el Avivamiento Espiritual» del Dr. Edwin Orr (c) 1976 Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo. Todos los derechos reservados. Usado con permiso.

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