"Encomienda a Jehová tus obras, y tus PENSAMIENTOS serán afirmados" Proverbios 16:3.
La mente ha sido comparada a un cuarto de una casa, donde los huéspedes son entretenidos.
Todos los pensamientos que visitan nuestro ser son de tres partes, entran por la mente, luego prosiguen al espíritu donde hacen raíces; entonces posee al hombre completamente.
Los pensamientos son atrevidos e insolentes, fuertes y persistentes. Como guerrilleros se esfuerzan por entrar en nuestras mentes. Vienen tentadores, seduciendo, insinuantes y amenazantes. Vienen en miles de diferentes formas, Vienen solos y vienen en manadas.
Algunos esperan a la puerta de la mente y empujan y se agrupan, para entrar mientras el cuarto está lleno. Mantienen un fragor y un cotorreo, y le hacen fuerza a los nervios y enfrían el corazón. Miedo corre por la mente, capturando y reteniéndonos seguro.
Un pensamiento toca a la puerta de la mente. Es admitido y entretenido. Pasión entra en la mente. Es mirada por un rato, entonces posesiona todo el ser y nos lleva al pecado y a la vergüenza.
Ansiedad y nerviosismo aparecen, espantando al descanso, manteniéndonos desvelados sin motivo.
Duda, llena de muerte, como el mismo infierno, es admitida y consultada, apagando toda luz y llenando el cuarto con tinieblas.
Problemas de muchas clases, grandes y pequeños, llenan la mente y se quedan todo el día, y en la mañana vuelven a la hora que volvemos a despertar.
Ansiedades, pesando mil libras cada una, vienen a descargarse en el cuarto.
El viejo "yo", bajo el juicio de Dios y negándose a morir, quiere quedarse a mano todo el tiempo con una espada lista para protección, y teniendo sirvientes a mano con abanicos y botellas de alcanfor, en caso que sea herido o tumbado. Él quiere la mejor silla en la mente y la máxima atención, sin embargo, él es el visitante más dañino. Él ha sido depuesto por Dios y está bajo Su eterna maldición, pero quiere seguir en acecho todo el tiempo.
Y amigos y enemigos, esposas y niños, mañana, casas y tierras, el trabajo a mano de cualquier naturaleza y lo que fue y ha de ser, éste y aquello y lo otro, real e imaginario, e impresiones y sugestiones demoniacas, pensamientos de amigos y enemigos para contigo, viviendo en sueños y despierto, veloz como mensajeros, todas estas cosas en diferentes formas, tamaños y sonidos, molestará y posesionará, ocupará y reclamará toda atención posible de la mente, si se le concede.
Miles están en la tumba o en el manicomio, otros miles están en tormentos físicos, mentales y enfermos, porque la mente ha sido de esta forma ocupada.
Muchas almas honestas ansían la liberación.
¿Cómo puede ser encontrada?
Estos visitantes no pueden ser lanzados fuera por métodos humanos. Son muchos, muy fuertes y demasiado inteligentes para nosotros. No tienen vergüenza ni sentimientos. Los sacas a patadas y enseguida vuelven a tomar posesión. Los sacas afuera y se levantan y vuelven a entrar. Si uno cierra la puerta con llave. ellos tienen una llave maestra.
Pero gracias a Dios, hay una manera de librarnos de estos pensamientos tormentosos, espíritus y cosas: la sangre preciosa del Cordero de Dios.
Cuando al despertar mis ojos se abrían, estos PENSAMIENTOS de problemas pasados, presentes y futuros, estaban a mano para torturarme. Ellos venían temprano. Yo estaba desvalido. No sabía que hacer con ellos, entonces el Señor me enseñó la PUERTA en Egipto, con la sangre rociada sobre y alrededor de ella (Éxodo 12:21-24), por la cual ningún mal o espíritu tormentoso podía pasar y que si yo estaba dispuesto a someter mi MENTE a Él completamente y después clamar y creer, y ver la sangre de Cristo por encima y alrededor de mi mente, igual que esa puerta en Egipto, entonces sería liberado.
Era un pensamiento nuevo y bendito para mí. Y lo hice, y cuando llegaron los pensamientos de nuevo les dije: "La sangre está sobre la puerta. El mundo está muerto para mí, y yo muerto para el mundo. No pueden pasar bajo la sangre".
Se retiraron. Repetidas veces volvían, pero yo simplemente les indicaba la sangre sobre la puerta: o sea sobre la mente.
PENSABA en la SANGRE siempre que venían, pronto sus poderes se acabaron y pararon sus visitas.
PENSABA en la SANGRE de Jesús en cada ocasión que se presentaban.
Mis tormentos cesaron, mi mente tuvo descanso, en tanto me encomendaba completamente a Dios y pensaba en la SANGRE de Jesús.
El Cordero de Dios sin mancha de Dios derramó su Preciosa Sangre por usted, para limpiarlo, cubrirlo, libertarlo y guardarlo, no solamente libre de pecado y de enfermedad, sino también libre de tormentos y distracciones de la mente.
Satanás es vencido por la sangre de Jesús. Apocalipsis 12:11.
La sangre de Jesús es tu seguridad, ningún visitante comerciante de muerte, problemas, tormentos o miedo, podía entrar al cuarto donde fue puesta la sangre aquella noche en Egipto, si la sangre estaba en la puerta no podía entrar nada.
Y querida alma atormentada, mil veces más poderosa que la sangre de aquel corderito es la Sangre del Cordero de Dios, del Señor Jesús.
Por fe, vea Su Sangre rociada sobre la mente, la puerta de su ser y cuando estas cosas aparezcan y tocando para entrar, levanten las manos, almas desamparadas y señálenle la sangre en la puerta.
Por fe, ponga la muerte entre ellos y tu y toma tu lugar definitivo y permanece bajo Su protección.
Dígale a los pensamientos molestos y a todos los visitantes que estorban y le distraen de Dios y Su paz, "Estoy muerto a Ustedes y ustedes están muertos para mi"
Dígalo en fe, dígalo una y otra vez.
Dígalo persistentemente, crea que la sangre ESTÁ sobre la puerta de su mente y que le ESTÁ protegiendo como Dios se lo ha dicho.
"Tenemos la mente de Cristo" 1 Corintios 2:16.
"Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Apocalipsis 12:11.
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